miércoles, 17 de agosto de 2011

pixelado

Inpec es el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario. 
Nacional, de Colombia.
Tienen uniforme azul pixelado. Igual al del Ejercito Nacional, de Colombia, pero azul. 
"Antes era otro pero lo cambiaron en honor al de un país grande por allá" -dice el dragoneante que conocí hoy.
Los dragoneantes tienen un rombo en el hombro, así se sabe que son dragoneantes. Para el humano corriente, un dragoneante es más que un soldado profesional, menos que un cabo primero, segundo o tercero... Para el humano corriente, un dragoneante es el cargo de un señor que trabaja en una fuerza pública. 

El Inpec "Contribuye al desarrollo y resignificación de las potencialidades de las personas privadas de la libertad, a través de los servicios de tratamiento penitenciario, atención básica y seguridad, fundamentados en el respeto de los derechos humanos". "El INPEC será reconocido por su contribución a la justicia, mediante la prestación de los servicios de seguridad penitenciaria y carcelaria, atención básica, resocialización y rehabilitación de la población reclusa, soportado en una gestión efectiva, innovadora y transparente e integrado por un talento humano competente y comprometido con el país y la sociedad"


Una vez mi mejor amiga me dijo que "la justicia de nuestro país es correctiva, no preventiva"... 
De una vez advierto que este blog no es una crítica al sistema penal Colombiano: siga leyendo tranquilo, o desilusiónese y cierre la ventana. 

Simplemente creo que hoy me pasó algo importante y tuve la oportunidad de reconocerlo mientras lo vivía... 

Hoy supe que mi historia se estaba escribiendo mientras el guionista presionaba las teclas: así que hice lo mío-> (no actué marionetada, mas bien improvisé dentro de la escena ya escrita: creo que de eso se trata un poco)

Hoy llegó Pepito. Pepo, porque es más serio el asunto. 
Pepo estuvo aquí hace 4 meses, vino diciendo que quería dejar unas cadenas pesadas que lo tenían amarrado. Vino acompañado, lo trajo la mamá y la hermana. Tenían todos un acento particular. Pepo era bien alegre. Independiente. Decidido. 
Pepo se quedó dos meses y se sintió listo, dijo que quería regresar. Pepo se fue feliz. La libertad hace feliz. 

La mayoría del tiempo tenemos definición de diccionario para esa palabra: libertad.

Al día siguiente Pepo vino en moto. Nos miró de lejos y pitó sonriente. Se fue.
El pueblo es pequeño y la gente habla, dijeron que Pepo estaba feliz pero que se ponía cadenas una que otra vez a la semana. 
Una se pone triste pero a la larga se acostumbra a esas noticias.


HOY
Pepo volvió. 
Pepo está más flaco. 
Mira el piso todo el tiempo. Se muerde el labio. A veces se rasca la cabeza.
"Ay hombe". "Mirá tu". "Bueno...". "hombre". -dice Pepo.
Pepo vino acompañado. A un lado un dragoneante y al otro un civil: los dos de la familia Inpec.
Pepo esta preso... esta casa es su prisión domiciliaria. 
"Le pusieron" 48 meses. Le pusieron una "pulsera", un "reloj". Hacen que camine para que el monitor del "reloj" reconozca el perímetro. Los monitores para prisión domiciliaria están hechos para casas de tamaño normal, aquí Pepo solo puede ir hasta el baño y la cocina. 
El resto de la casa le queda grande (literalmente).

La falta de libertad deprime.
La mayoría del tiempo tenemos definición de diccionario para esa palabra: libertad.

Yo me di cuenta, estaba pasando algo importante: Vi mientras le ponían la pulsera en el tobillo. Yo vi.

Quiero decir dos cosas:
1. La diferencia entre una puerta y una rueda es que la puerta se mueve, pero no avanza. La mayoría del tiempo tenemos definición de diccionario para esa palabra: libertad.

2. Lamentablemente la cárcel no resignifica las  potencialidades de las personas privadas de la libertad. Lamentablemente el proceso judicial a veces no llega a la etapa de resocialización y rehabilitación de la población reclusa. Lamentablemente a veces solo retrasa los hechos, hierve la sangre o esconde a las personas.
Dios es el único juez que disciplina y sana. 
Si, dije: Juez. Tranquilo, no pasa nada. Es real pero no significa que tenga látigo, ni que envíe castigos que buscan encontrarlo con la misma insistencia con que la muerte buscaba encontrar a los personajes de "destino final"
Tranquilo que la justicia divina no cabe en verbos, ni en sustantivos (no voy a cantar a Arjona). No se explica, se escucha. No se entiende, se cree. No se practica, se confía. No existe, es. 
También dije: sana.